Fumador pasivo: Qué es, legislación y factores de riesgo

Fumador Pasivo

El fumador pasivo es aquella persona que, sin consumir tabaco, inhala el humo que emiten los fumadores. El humo del tabaco contiene más de 4000 sustancias químicas, muchas de ellas tóxicas y cancerígenas. Por eso, el fumador pasivo está expuesto a los mismos riesgos para la salud que el fumador activo, aunque en menor grado.

En este artículo te explicamos qué es un fumador pasivo, cuál es la legislación sobre el tabaco y cuáles son los factores de riesgo. ¡Sigue leyendo para más detalles!

Fumador pasivo: 

  • Es una persona que inhala el humo del tabaco de otros fumadores, sin consumirlo directamente.
  • Legislación: en España, la ley prohíbe fumar en espacios públicos cerrados, como bares, restaurantes, oficinas o medios de transporte. 
  • También se restringe el consumo de tabaco en algunos espacios al aire libre, como parques infantiles, colegios o centros sanitarios.
  • Factores de riesgo: el humo del tabaco contiene más de 4000 sustancias químicas, muchas de ellas cancerígenas. 

¿Qué es ser un fumador pasivo?

Ana es una mujer de 45 años que nunca ha fumado, pero que trabaja como camarera en un bar donde se permite fumar. Está expuesta al humo del tabaco durante ocho horas al día, cinco días a la semana. Padece frecuentes dolores de cabeza, tos, fatiga y dificultad para respirar. Además, tiene un mayor riesgo de sufrir un infarto o un derrame cerebral, así como de desarrollar un cáncer de pulmón.

Por su parte, Luis es un niño de 10 años que vive con sus padres fumadores. Respira el humo del tabaco en su casa todos los días, lo que le provoca asma y alergias. Además, debe usar un inhalador para aliviar sus síntomas y faltar a menudo al colegio por sus crisis asmáticas. Tiene un mayor riesgo de padecer infecciones del oído, neumonía y otras enfermedades respiratorias.

En estos dos casos estamos en presencia de fumadores pasivos, quienes también reciben el nombre de fumadores involuntarios o de segunda mano.

¿Qué plantea la legislación sobre el fumador activo y pasivo?

La legislación establece medidas para proteger la salud de los fumadores pasivos y reducir los riesgos asociados a la exposición al humo del tabaco, tales como:

  • La prohibición de fumar en todos los lugares de trabajo, centros educativos, sanitarios y culturales, así como en el transporte público y privado colectivo.
  •  La obligación de los propietarios o responsables de los establecimientos públicos de hostelería y ocio de habilitar zonas para fumadores debidamente señalizadas y separadas del resto del local, con sistemas de ventilación adecuados y sin servicio de comida o bebida.
  • La restricción de la publicidad, promoción y patrocinio de los productos del tabaco, así como la venta a menores de edad o en máquinas expendedoras.
  • Se establecen medidas para ayudar a los fumadores activos a dejar el hábito tabáquico, tales como:

La inclusión de advertencias sanitarias e imágenes impactantes en los envases de los productos del tabaco.

La oferta de programas de deshabituación tabáquica gratuitos o subvencionados en el sistema sanitario público.

La regulación de los productos de ayuda para dejar de fumar, como los parches de nicotina o los cigarrillos electrónicos, para garantizar su seguridad y eficacia.

¿Cuáles son los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de ser fumador pasivo?

Algunos de los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de sufrir los efectos nocivos del tabaquismo pasivo son:

  • La duración y la frecuencia de la exposición al humo del tabaco. Cuanto más tiempo y más a menudo se respire el humo, mayor será el riesgo de padecer enfermedades respiratorias, cardiovasculares o cáncer.
  • La proximidad al fumador. Estar cerca de una persona que fuma implica respirar una mayor cantidad de humo y de sustancias tóxicas que si se está a una distancia mayor.
  • El número de fumadores en el entorno. Cuantas más personas fumen en un mismo espacio, mayor será la concentración de humo y más difícil será evitarlo.
  • La ventilación del lugar. En espacios cerrados o con poca ventilación, el humo se acumula y persiste durante más tiempo, lo que aumenta el riesgo de exposición al tabaquismo pasivo.
  • La edad y el estado de salud. Los niños, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas son más vulnerables a los efectos del humo del tabaco, ya que tienen un sistema inmunológico más débil y una menor capacidad pulmonar.

Fumador pasivo OMS

Aquí hay algunos datos sobre el fumador pasivo de la OMS:

  • El humo de tabaco ajeno o tabaquismo pasivo es responsable de una de cada ocho muertes relacionadas con el tabaco, una cifra que alcanza los **600.000 fallecimientos al año**.
  • El tabaquismo pasivo puede aumentar la gravedad de los síntomas de asma, la tos, las sibilancias y otras enfermedades respiratorias y cardiovasculares en adultos y niños.
  • La OMS clasifica el humo “pasivo” como **cancerígeno**. En adultos, se sabe que un fumador pasivo tiene riesgo de cáncer de pulmón.
  • El tabaquismo pasivo durante el embarazo puede ocasionar algunos trastornos de salud permanentes a los bebés.
  • Casi la mitad de todos los niños respiran aire contaminado por humo de tabaco, y cada año mueren **65 000 niños** por enfermedades relacionadas con el humo de tabaco ajeno.

¿A qué sustancia se exponen los fumadores pasivos?

El humo del tabaco contiene más de 4000 sustancias químicas, muchas de ellas tóxicas y cancerígenas. Algunas de estas sustancias son el monóxido de carbono, el alquitrán, el arsénico, el plomo, el cianuro, el amoníaco, el benceno y el formaldehído. Estas sustancias se dispersan en el aire y pueden permanecer hasta cuatro horas después de apagar el cigarrillo.

El fumador pasivo está expuesto a dos tipos de humo: el humo principal, que es el que exhala el fumador, y el humo lateral, que es el que sale del extremo encendido del cigarrillo. El humo lateral es más perjudicial que el principal, ya que contiene mayores concentraciones de sustancias tóxicas y cancerígenas.

¿Son los niños especialmente vulnerables al humo del tabaco? ¿Por qué?

Los niños son especialmente vulnerables al humo del tabaco, ya que su sistema respiratorio está en desarrollo y su capacidad pulmonar es menor que la de los adultos. El humo del tabaco puede provocar o agravar diversas enfermedades respiratorias en los niños, como el asma, la bronquitis, la neumonía, la otitis media y la sinusitis

También puede aumentar el riesgo de infecciones respiratorias, como el resfriado común, la gripe o la tos ferina. Además, el humo del tabaco puede causar problemas de crecimiento y desarrollo en los niños, como un menor peso al nacer, una menor estatura, un menor desarrollo cognitivo y un mayor riesgo de muerte súbita del lactante.

Los niños que viven en hogares donde se fuma tienen más probabilidades de sufrir estas enfermedades que los que viven en ambientes libres de humo. Por eso, es importante proteger a los niños del humo del tabaco y evitar fumar en su presencia o en lugares donde puedan estar expuestos. 

¿Cuáles son los síntomas de ser un fumador pasivo?

Los síntomas de ser un fumador pasivo son:

  • Irritación de los ojos, la nariz y la garganta.
  • Tos, dificultad para respirar y sibilancias.
  • Aumento del riesgo de infecciones respiratorias, como bronquitis y neumonía.
  • Agravamiento de enfermedades crónicas, como el asma y la alergia.
  • Mayor probabilidad de sufrir cáncer de pulmón, laringe, boca, esófago, vejiga y páncreas.
  • Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como infarto, angina y accidente cerebrovascular.
  • Disminución de la función pulmonar y del rendimiento físico.
  • Alteración del olfato y del gusto.

Fumador pasivo y cáncer

El fumador pasivo tiene un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, laringe, faringe y esófago que una persona que no está expuesta al humo del tabaco. Además, el fumador pasivo puede sufrir otras enfermedades respiratorias, cardiovasculares y oculares. Por eso, es importante evitar la exposición al humo del tabaco en el hogar, el trabajo y los lugares públicos.

¿Qué es peor ser fumador pasivo o activo?

Ambos tipos de fumadores están expuestos a los efectos nocivos del tabaco, que puede causar cáncer, enfermedades respiratorias, cardiovasculares y otras complicaciones de salud. Sin embargo, algunos estudios sugieren que el fumador pasivo puede tener un mayor riesgo de sufrir algunas enfermedades que el fumador activo, debido a que el humo que respira es más concentrado en sustancias tóxicas y cancerígenas.

Por ejemplo, se estima que el fumador pasivo tiene un 25% más de probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón que el fumador activo, y un 30% más de sufrir un infarto de miocardio.

Además, el fumador pasivo no tiene control sobre la cantidad y la frecuencia de exposición al humo, lo que puede aumentar su vulnerabilidad. Por lo tanto, se podría decir que ser fumador pasivo es peor que ser fumador activo, aunque lo ideal sería evitar ambos hábitos para preservar la salud propia y la de los demás.

¿Cómo evitar ser fumador pasivo?

Para evitar ser fumador activo, haz lo siguiente:

  • Evita estar cerca de personas que fuman, especialmente en lugares cerrados o con poca ventilación.
  • Solicita que se respeten las zonas libres de humo en los espacios públicos, como restaurantes, bares, oficinas, etc.
  • Si vives con alguien que fuma, pídele que lo haga fuera de la casa o en una habitación separada y bien ventilada.
  • Usa un purificador de aire o un filtro de humo en tu hogar o lugar de trabajo para reducir la exposición al humo de segunda mano.
  • Infórmate sobre los riesgos del tabaquismo pasivo y los beneficios de dejar de fumar, tanto para ti como para las personas que te rodean.
  • Apoya a las personas que quieren dejar de fumar y ofréceles tu ayuda y comprensión.

¿Se puede limpiar los pulmones de un fumador pasivo?

El humo del tabaco es una de las principales causas de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, tanto en fumadores activos como pasivos. La buena noticia es que los pulmones tienen una gran capacidad de regeneración y pueden limpiarse de forma natural si se evita la exposición al humo. Algunas medidas que pueden ayudar a limpiar los pulmones de un fumador pasivo son:

  • Dejar de fumar o alejarse de los ambientes donde se fuma.
  • Ventilar bien los espacios cerrados donde se pueda acumular el humo.
  • Beber mucha agua para hidratar los tejidos pulmonares y facilitar la eliminación de mucosidad.
  • Practicar ejercicio físico regularmente para mejorar la capacidad respiratoria y la circulación sanguínea.
  • Consumir alimentos ricos en antioxidantes, como frutas, verduras, frutos secos y té verde, que pueden proteger las células pulmonares del daño oxidativo.
  • Evitar el consumo de alcohol, café y otras sustancias que puedan irritar los pulmones o interferir con su función.
  • Consultar al médico si se presentan síntomas como tos, dificultad para respirar, dolor en el pecho o expectoración con sangre, ya que pueden indicar una enfermedad pulmonar grave.

En conclusión, se puede limpiar los pulmones de un fumador pasivo si se adoptan hábitos saludables que favorezcan la regeneración y el funcionamiento de este órgano vital. Sin embargo, lo más importante es prevenir la exposición al humo del tabaco, porque es la mejor forma de evitar sus efectos nocivos sobre la salud.